“La naturaleza nos ha dado dos oídos y una sola boca para recordarnos que vale más escuchar que hablar”.
-Zenón de Citión-
En ocasiones, cuando un ser querido nos cuenta algo que le está causando malestar o incomodidad, sentimos el instinto natural de querer ayudarlo a encontrar una solución a su dilema y salvarlo de la vorágine de pensamientos y emociones en el que se encuentra.
Surge el complejo del superhéroe en nosotros.
En efecto, cuando asumimos dicho rol, sentimos la obligación de decir algo, o hacerle ver el error en el que se encuentra porque creemos erróneamente que de esa manera estaremos un paso más cerca a resolver aquella situación que lo aqueja.
Sin embargo, muchas veces lo que esa persona menos necesita es un consejo, sino que simplemente desea sentirse acompañado y escuchado/a, sin temor a ser juzgado/a.
Empatía es la clave
La empatía es la capacidad de reconocer y comprender a los demás en sus sentimientos, pensamientos, emociones e ideas.
Ésta nos permite estar presente, escuchar, y conectar con la otra persona.
Cultivar la empatía permite mejorar nuestras relaciones personales y volverlas más genuinas y duraderas.
Asimismo, desarrollar la empatía enriquece nuestra vida al añadir valor y bienestar a la vida de los demás.
“La empatía es la mayor virtud, desde ella, todas las virtudes fluyen.”
-Eric Zorn-
Formas de demostrar empatía en una conversación
De manera general, debemos desarrollar una escucha plena, sin juzgar, que demuestre interés y respeto.
Asimismo, durante la conversación:
- Hacer contacto visual. Mirar atentamente a la otra persona denota compromiso con la conversación. Acompaña también con los gestos y el lenguaje no verbal para que puedas transmitir serenidad y tranquilidad.
- Evitar interrumpir. Esperar que la otra persona termine su relato para luego comentar tu opinión o idea. ¡No dejes que tu ego te domine!
- Parafrasear. Repetir el mensaje en tus propios términos. Esto demuestra que efectivamente estás escuchando con atención y, a su vez, es un canal para crear sintonía y conexión.
- Hacer preguntas. Clarificar la información que has recibido y llenar algún vacío que pueda existir en la conversación, demuestra interés por la otra persona.
- Respetar las pausas y los silencios. Así acompañas a la otra persona a habitar y validar sus emociones. A su vez, asentir con la cabeza de vez en cuando, le dará a la otra persona la confianza que necesita para seguir hablando.
- Mostrar tus interpretaciones sobre cómo debe sentirse esa persona ante esa situación. Por ejemplo, frases como “Eso debe ser muy duro”, “Eso debe sentirse muy injusto” o “eso debe ser feo y confuso para ti”, demuestran que estás validando lo que siente y que aquello es importante para él/ella.
- Por último, puedes pedirle que continúe su relato o preguntar si hay algo más que quisiera compartir en ese momento.
De esta forma, verás que escuchar y acompañar es mucho más sencillo que elaborar complicados consejos y siguientes pasos.
Esto nos brinda la maravillosa oportunidad de conocer más a la otra persona y entablar relaciones más profundas.
Claro que si la persona lo que te pide es un consejo, el mensaje está claro.
Tener empatía es también sentir lo que la persona necesita en ese momento. Escuchar en todo el sentido de la palabra.
Por tu lado, escuchar tus instintos y por el lado de la otra persona, escuchar su corporalidad, sus emociones y su lenguaje.
Si te gustó este post te invito a compartirlo.
Ingrid Del Aguila
Life Coach
0 comentarios